domingo, 25 de octubre de 2015

COMO UTILIZAR RESTOS DE RELLENO DE EMPANADA. TORTILLAS RELLENAS






No es sólo una vez, en varias ocasiones ocurre que calculo mal la cantidad que hago para rellenar una empanada. Ultimamente he decido hacer, a propósito, mas cantidad de la que creo voy a utilizar, así tengo seguro que tendré suficiente y aun podré guardar para hacer otro plato. ¿Cual?, pues depende. En esta ocasión pongo una idea que he realizado después de hacer una empanada de bonito, que os había subido hace unos meses. Es este relleno el que he utilizado para la receta, pero puede ser cualquier otro.

Mi madre solía hacerlas para la cena y a mi me gustaban muchísimo. Así que ya sabéis, la próxima empanada que hagaís, hacer el relleno en abundancia, lo guardaís o podeís congelarlo para preparar este sabroso plato. Otro día os subiré mas ideas de que hacer con los restos...



INGREDIENTES 



  • Restos de relleno de bonito, para empanada. 
  • 3 Huevos
  • 50 cc Aceite de oliva
  • 150 cc Salsa de tomate. En este enlace la encontrareis  ( Aquí )
  • 50 grs Queso rallado para gratinar
  • Sal y pimienta




PREPARACION



Batir los huevos y  salpimentearlos.

Sobre una sartén añadir media cucharada de aceite y cuando este caliente añadir huevo batido, suficiente para hacer una fina tortilla.

3º Formar la tortilla con dos cucharadas del relleno

 Así sucesivamente, formar las tortillas y colocarlas en un plato o fuente que se pueda introducir en el horno

 Cubrir con salsa de tomate y queso rallado

Gratinar en el horno durante cinco minutos.




sábado, 17 de octubre de 2015

ALMEJAS A LA MARINERA.






Las almejas a la marinera es un plato tradicional, lo que se dice un clásico. En Galicia se considera como típico de su gastronomía, en Cantabria parece ser que también es típico, para que vamos a decir del País Vasco; y nosotros, en Asturias, podemos decir que ¡de toda la vida!. Yo recuerdo las almejas a la marinera desde mi infancia, sobre todo en Navidad. A decir verdad, yo que nací mas bien tierra adentro, que al borde de la mar; las almejas y el marisco en general, eran alimentos de la fiestas navideñas o de un día muy especial. Creo que solo conocía tres formas de comer las almejas: formando parte de merluza a la cazuela, o bien en una paella, y solas; como almejas a la marinera. 

He de confesar que yo no era muy forofa de este producto, pero recuerdo exactamente la causa. Su sabor si me gustaba, ese perfume a mar tan delicado, pero lo que de niña me molestaba realmente, era comerme una almeja con arena. Recuerdo un día de Navidad en concreto, que metí en la boca un superalmejon, que sería la delicia de muchos hoy en día, por su tamaño, pero me sentí absolutamente frustrada al masticar y sentir aquellos granos de arena en la boca. Decidí que nunca mas las probaría. El caso es que mi familia jamas me forzó a probarlas de nuevo. Mi hermano se comía su ración y la mía, y así pasaron los años hasta que fui bastante mayor. Era saber que había almejas, y discretamente las apartaba, hasta que un día en Galicia me las comí en una mariscada con limón. Aquel sabor de mar, cristalino, salado en su punto, me maravillo. Iba yo comiendo la cuarta, hablando dicharacheramente. En una mano la almeja, en otra el limón y, cuando lo exprimo,  me da la sensación que la almeja se movía. En ese momento creí que el vino me hacia ver alucinaciones, riéndome confesé que debía de parar de beber ya que había tenido la ilusión de que la almeja estaba viva. Mi compañero, en ese momento dejo caer unas gotas sobre la suya, y los dos vimos como se contraía el bicho. - ¡Están vivas! - , exclamamos los dos al mismo tiempo. Tomamos la siguiente y en esta ocasión era para hacer la prueba de si realmente estaban todas vivas o era una casualidad, y comprobamos como con la acidez del limón la almeja se encogía en su cáscara...mi compañero dejo radicalmente de comer las almejas, aunque nos estaban gustando muchísimo, y yo metí en la boca la que acabábamos de torturar con la acidez del limón, pero cuando la tenía en mi boca, no pude pensar mas que mis dientes iban a presionar un bicho vivo que iba a morir aplastado por mi dentadura. Sentí que algo paralizaba a mi mandíbula y fui incapaz de masticar a la pobre almeja que estaba depositada sobre mi lengua. Discretamente la saque y dimos por concluida la exquisita parte de la mariscada con almejas vivas. 

Sé que son exquisitas, también las ostras, pero yo prefiero cocinarlas. Pensar en comer vivo al animal me da "repelus", o sea se me pone un poco la carne de gallina. Porque una cosa es comer crudo el alimento y otra comerlo vivo. No obstante para aquellos que sean capaces, he de decir que el sabor es magnífico, solamente que ahora que sé que están vivas, soy incapaz de repetir la experiencia. Así que desde ese día, no renuncie a las almejas, solo a comerlas vivas.

Comer almejas es muy bueno. Tienen una gran cantidad de hierro, lo que hace que estén indicadas en las anemias. También poseen vitamina B12, Selenio, Zinc alto contenido en proteínas y bajo contenido en grasas. Sus calorías son alrededor de unas 75 calorías por cada 100 gramos del producto. Se suele calcular sobre unos 250  a 300 grs por ración, aunque esto de la cantidad es muy aleatorio. En esta ocasión yo he preparado dos kilos de almejas para 8 personas como un primer plato. 

Hay diferentes tipos de almejas, las mas conocidas en nuestra zona es la llamada de carril, la babosa y la japonesa. Esta última es de cultivo y que se ha adaptado muy bien ya que no es autóctona del norte.      Mirando por Internet se pueden uno enterar de las diferentes clases o tipos de almejas y cuales son las mas indicadas para comer en crudo o hacer en guisos. En resumen ya os digo que las llamadas de carril son las mejores para comer crudas. En esta ocasión las que había en la pescadería eran las japonesas y esas son las que utilicé para hacerlas a la marinera.


INGREDIENTES


  • 2 kgs. de almejas
  • 6 dientes de ajo
  • 1/2 cebolla 
  • 250 c.c. de aceite
  • 1 vaso de vino blanco (un buen vino)
  • 1 manojo de perejil
  • 1 cucharada de harina
  • 1 cucharilla de tomate concentrado
  • 2 hojas de laurel, 1 guindilla.






PREPARACIÓN



Lavar bien las almejas, dejarlas en agua fría en la nevera un par de horas, para que suelten las arenas, bien tapadas con un paño húmedo y bien cubiertas de agua.

Colocar, con un vaso de agua, en una olla las almejas. Darles un hervor para que se abran. Sacar y reservar las almejas nada mas de abrirse y colar el agua que sueltan, se usará para la salsa.

En una olla, pochar el ajo y la cebolla con el aceite, a fuego suave, hasta que quede transparente.

Añadir el laurel y la guindilla

Añadir la cucharada de harina y remover para que ligue

Añadir la cucharilla de tomate concentrado

Añadir el vino blanco y dejarlo hervir para que evapore,  cinco minutos. Luego añadir el agua de cocer las almejas. Este agua suele estar salado, por eso se ha de probar la salsa antes de añadir mas sal al plato. Dejar que todo se cocine durante unos diez minutos mas. Añadir un poco de perejil picado. 

La salsa quedará con un bonito color discretamente rojizo. Yo utilizo el tomate en lugar de pimentón. (Truquillo de mi madre, aunque podría hacerse sin el tomate y añadir un poco de pimentón de la vera que puede ser picante y en ese caso no añadir la guindilla). 

Una vez la salsa esté hecha, añadirla a las almejas que hemos reservado abiertas, Removerlas con un vaivén de la olla, sobre la placa de cocina, y dar un hervor de dos o tres minutos. Mas tiempo haría cocer demasiado las almejas y no estarían tan jugosas.

10º Finalmente espolvorear de perejil picado y listas para servir.


NOTA: Yo, en esta receta, abro las almejas antes y utilizo el liquido que sueltan para la salsa. Se puede realizar el plato con las almejas  crudas directamente sobre la salsa, y cocer hasta que se abran. En ese caso, para hacer la salsa se utilizará agua, o bien si se tiene un caldo de pescado, podemos utilizar un poquito, que dará mas sabor. 

En el caso que queráis medio preparar el plato, hacer la receta como yo os indico. Si tenéis invitados podéis preparar la salsa y reservarla, las almejas abiertas reservadas. Cuando sea la hora de la comida, solo tenéis que calentar bien la salsa y añadir las almejas, dándoles un toque de dos a tres minutos, que sera suficiente para que se calienten. Yo he usado esa opción porque las he hecho para una comida familiar y las hice con unas horas de antelación.  Por cierto no olvides de poner pan en la mesa para tomar la salsa! 







lunes, 12 de octubre de 2015

TARTA DE ALMENDRA, NARANJA Y CHOCOLATE. UN POSTRE SI SE TIENEN INVITADOS CELIACOS.




Mi sobrinito de ...taitantos celebra su cumpleaños, en realidad ya tiene dos hijos estupendos, para los que dedico mis tartas infantiles, pero esta vez es él quien cumple años y la función de la tarta es conseguir un  postre para la comida familiar de celebración. A toda la familia nos encanta la tarta de santiago y son muchas las veces que la hago, pero en esta ocasión he encontrado esta receta en "pintarest" del blog reblogzandolo. Chocolate, naranja y almendra son una estupenda combinación que estoy segura que será un éxito como postre. El sabor de la naranja y el chocolate es una pura tentación, así que juego sobre seguro porque ya de por si sé que gustara. Por cierto, como las naranjas que utilizo serán con piel incluida, obviamente serán ecológicas. Deciros que, como no se utiliza harina ni productos de gluten, es una buena opción si tenéis invitados celiacos. 



INGREDIENTES



  • 4 Naranjas
  • 330 grs de almendra molida
  • 120 grs de azucar glass
  • 1/2 sobre de royal
  • 3 huevos
  • 120 grs de azucar 
  • 1 copa de cointreau
  • 100 grs de chocolate negro



PREPARACION


Colocar en una olla 3 naranjas con agua fría y llevarlo a ebullición. Cocer durante una hora y dejarlas enfriar. Precalentar el horno a 170º.

 Partir las naranjas en cuatro trozos y eliminar las pepitas  y la parte blanca del interior

Triturar con una procesadora. Yo lo he realizado con la thermomix a velocidad 5 durante 15 segundos, pero se puede hacer con un aparato para moler.

Batir los huevos y añadir el azúcar glass con el royal.

Añadir la naranja triturada

6º Añadir suavemente la almendra

7º En un molde colocar papel de horno y los laterales untarlos con aceite y harina para evitar que se pegue.

8º Cocer durante unos 40 a 45 minutos en el horno precalentado a 170 º;  hasta que al introducir un palillo éste sale seco.

Dejar la tarta en el molde, que enfríe durante cinco minutos, luego desmoldar y dejar enfriar en una rejilla

10º Perforar la superficie superior con una brocheta para hacer agujeros y permitir que el jarabe de naranja se cuele hacia al interior. Bañar todo el bizcocho con dicho jarabe

11º Cubrir la parte superior con el chocolate fundido con mantequilla


PREPARACION DEL JARABE DE NARANJA


Rallar la piel de la naranja y reservar el zumo

En un cazo añadir 120 grs de azúcar, el zumo y la ralladura y cocer durante unos minutos para reducirlo un poco y hacer el jarabe. Como unos cinco a diez minutos

Una vez que el jarabe este un poco espeso, apagar el fuego y añadir el cointreau.


COMO USAR EL CHOCOLATE PARA ADORNO


Troceo el chocolate y lo introduzco en una bolsa de plastico

Cierro con un nudo la bolsa y lo introduzco en el microondas durante 30 segundos.

Saco la bolsa y mezclo el chocolate que ya esta medio derretido y si preciso mas tiempo vuelvo a meter en el microondas pero periodos de 15 segundos para no pasarse

En una esquina de la bolsa corto con al tijera y ya tengo el chocolate listo para hacer una decoración sin mancharme.




NOTA: No olvideis que las naranjas sean ecológicas para evitar todo tipo de productos químicos en su cascara, y en cuanto a la almendra si queréis podéis molerla o bien comprarla ya molida. Yo la tenia molida en mi despensa y he utilizado ésta. Era mi primera vez y o aseguro que se hace rapidísimo y creo que va a ser todo un éxito. Por cierto, este postre no lleva harinas así que los celiacos pueden comérselo con toda tranquilidad