15 de junio de 2014
Toda
la noche ha llovido, el tintinear de las
gotas sobre el techo de la caravana nos acurruco pero impidió que descansáramos
bien, no obstante madrugamos y estuvimos indecisos que hacer. El pronóstico del
tiempo no augura nada bueno. Es increíble, hemos pasado de 45 grados en la
Toscana a 11 grados esta mañana. Estamos un poco perdidos, no sabemos si
continuar con nuestro plan o dar un giro rotundo a nuestras vacaciones y
abandonar la visita a los Dolomitas. Me asomo por la ventana y la niebla cubre
todo. Me apetece un buen tazón de chocolate caliente con una rebanada de pan y
mantequilla. El chocolate lo tengo, el pan no. Es domingo y solo tenemos “crackers”
de pan. En mi empeño de “dieta sin pan” para evitar mojar las salsas, solo he cargado sucedáneos
de pan; pero esta mañana lo que realmente me apetece es una buena baguette de
pan tierno, crujiente, y que pueda untarla con mantequilla. Imposible, ¡si
quiero comer pan solo dispongo de crackers!. Preparo la taza de chocolate
caliente y después de beberla decidimos
quedarnos en la zona, pase lo que pase. En realidad en invierno también se
visitan las montañas, así que seguiremos adelante.
Mientras divagamos sobre que
hacer, la lluvia amaina y la bruma comienza a disiparse. Nos ponemos en ruta a Serrai
de Sotoguda, una lastima que las montañas estén medio cubiertas y no
podamos apreciar su magnitud mientras realizamos el recorrido. Aparcamos la
camping-car cerca de la entrada al cañón; esta frio pero al menos no llueve.
Nos acercamos a la entrada y pagamos dos tickets. El paseo se considera fácil y
corto.
Este cañón esta formado por un terremoto que abrió una brecha en el terreno
y, posteriormente, la erosión de las aguas hicieron el resto del magnifico
paisaje.
Son dos kilómetros de recorrido, todo el trecho es de fácil acceso y sin apenas desnivel. Es una
excursión para hacer en familia con niños pequeños.
Apenas podemos hablar entre
nosotros porque el ruido de las aguas impiden que nos entendamos fácilmente, no
obstante es un buen paseo para disfrutar la naturaleza acompañado por tus
propios pensamientos. Realizo el camino parándome cada dos minutos a captar las
imágenes.
Me encanta el agua descendiendo a pequeños saltos en los desniveles,
formando minicascadas y acompañada por la música que produce. Todo esta húmedo
y verde, estamos aún en primavera. Este pequeño paseo se puede hacer en
invierno y me imagino que será espectacular con zonas heladas.
De hecho hay un
trozo de pared por la que se desliza el agua que justo en invierno se congela,
es llamada la Catedral de Frozen. Yo solo veo los reflejos, que forma el agua
con algún rayo del sol que comienza a salir, y se posan en la pared vertical.
Me encuentro también con un santuario a la Madonna. Una virgen puesta para
proteger a las gentes durante la primera guerra mundial, aunque ahora creo que
es una copia de la original, pero ambas, la original y ésta están inspiradas en
la Virgen de Lourdes.
Mas adelante me encuentro con el crucifijo, no se muy
bien pero supongo es también como protector y
finalmente una pequeña capilla de
San Antonio, protector de los animales del valle.
No dejo de admirar la hermosa
cascada, llamada de Frozen, como el nombre del riachuelo que la forma. En la
época de la primavera, con los deshielos es cuando se forma el gran torrente de
agua que cae a gran altura, mi cámara apenas puede captar toda la imagen. Tomo
varias instantáneas y continuo el paseo. Una pareja de deportistas auténticos
nos pasan casi corriendo, ella incluso va ligera de ropa a pesar de la
temperatura baja. No me extraña que con el ritmo que lleva le sobren calorías.
Es hora de comer y damos la vuelta en dirección al pueblo, abandonamos este
lugar lleno de leyendas, entre las cuales se encuentra que el rey Ombro se
refugio en este cañón y cubría sus entradas con dos puertas de oro. Existe un
tren que en verano hace el recorrido turístico, pero no funciona aun, se
encuentra aparcado y solitario junto a la cabina de venta de tickets. No
sabemos a que restaurante ir para comer, parece mentira que en un pueblo tan
chico haya tantas ofertas, finalmente nos decantamos por un pequeño restaurante
que anuncian pizza hecha en el día. Me apetece comer autentica comida italiana.
Pregunto si los espaguetis son receta tradicional y la camarera me promete
ofrecerme unos auténticos espagueti carbonara. Pregunto los ingredientes de la
formula mágica, pues Tino y yo manteníamos la duda si los auténticos se hacían
con nata y huevo o solo con huevo.
En este restaurante que garantizan receta original
me dicen que llevan nata y huevo. Los pruebo y están buenísimos,
lo mismo que
las pizzas que pedimos. Ya no queda mas hueco en nuestros estómagos que para un
café que ofertan a diferente precio según la gentileza con la que lo pidas.
Una
nota de humor que me saca una sonrisa y no puedo evitar hacerle una fotografía
al cartel que luce encima de la caja de pagos de la barra.
Después de comer nos
dirigimos a Campitello di Fassa, tenemos las coordenadas de un camping para
pasar la noche.
En el camino de retirada las imágenes de las montañas hacen que
aparquemos la camping car para realizar unas fotografías de los Dolomitas, ¡están
impresionantes.! ¡Como lamentamos que no haga buen tiempo y sol para que nos
muestren esos tonos rojizos tan popularmente conocidos! Los Dolomitas no son
otra cosa que una barrera petrificada de coral de ahí que luzcan esos tonos
según la luz del sol. Todo, nunca puede ser perfecto, y en esta ocasión el sol
no permite que podamos ver esos tonos del rosado al rojo. Yo voy cogida a la cámara
para ir sacando las instantáneas y de tanto mirar las montañas y tan cercanas
comienzo a marearme; la subida esta repleta de curvas. Antes de la hora
prevista llegamos al camping, estupendo y cómodo.
Como aun es temprano y
tenemos tiempo suficiente, nos dedicamos a dar un paseo por el pueblo de Campitello di Fassa y continuamos hasta
el pueblo vecino a lo largo del
riachuelo que cruza el camping. Es un
paseo llano, muy agradable; entre praderas del valle a un lado y la
sombra de pinos en el contrario.
Encontramos algún banco para reposar en los
días calurosos del estío. El suelo se encuentra sembrado de piñas caídas, y hoy
como ha llovido el olor a tierra húmeda inunda el ambiente.
Comienza a marchar
la luz del día y retomamos el camino de regreso al camping, un gato nos recibe
cariñosamente y se introduce dentro de nuestra caravana investigando los olores
nuevos para él. Hoy no nos hemos olvidado de sacar del congelador el pulpo y
vamos hacer un buen pulpo a la plancha, con pimentón y un buen aceite de oliva,
para la cena.
Tino lo prepara muy bien y
le dejo hacer esa labor mientras yo me dedico a escribir el post para el blog.
NOTA: Información para autocaravanistas
Campitello di Fassa
Camping Miravalle:
Un
camping cómodo. Buena calidad en general. Duchas y Sanitarios en un pabellón
que dispone de calefacción y muy agradable. Dispone de Wifi. Por dos personas
el precio fue de 27 euros aunque disponen de varios precios según potencia de
luz y tamaño de plaza. Buena relación calidad/precio. Integrado en el pueblo.
GPS
Norte:
46.475º
Este:
11.7406º
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