17 de junio de 2014
Preparando mi próximo destino del superviaje anual he sido consciente que "De la Toscana a los Dolomitas" esta sin terminar de subir al blog. Ha sido un viaje tan estupendo que, antes de comenzar la siguiente aventura, quiero subir todos los posts para que si alguna persona decide pasar sus vacaciones por estos lugares le pueda servir de información; como yo encuentro la información cuando comienzo uno. En éste ocasión no os adelantaré el que estoy preparando, todo llegará a su tiempo, pasemos a terminar el anterior. Creo que tengo que reorganizar el blog, perdonar mi inexperiencia y no hacerlo bien, pero si queréis ver toda la parte de viajes, o bien en el fondo clicais en el apartado "Viajes" (tengo intención de subir la pestaña arriba); o bien, en las etiquetas de viajes. (Todo lo que no tiene que ver con cocina siempre tienen etiqueta de "viajes"). No me enrollo mas y paso a contaros que paso el pasado 17 de junio camino de Merano y Glorenza.
MERANO Y GLORENZA
Esta
mañana hace un día espléndido, en el plan entra visitar Merano y Glorenza .
Como no tenemos prisa tomamos las cosas con calma, una buena ducha y nos
hacemos un superdesayuno. Parece que la temperatura será alta y eso hace que el
apetito me disminuya, así que en previsión de una comida frugal el desayuno no
lo es tanto. Bonito, lomo, queso, fruta y café esta muy bien para comenzar el
día. Luego, si el calor aprieta, tenemos un hermoso melón con jamón en la
nevera. Miramos el planning y vemos que tenemos varias opciones de visitas, finalmente
escogemos ir a Merano y nos dirigimos hacia allí.
Merano es una ciudad pequeña, de unos 40.000 habitantes. Situada
en la provincia de Bolzano. Presenta un microclima que hace que el verde se
mantenga toda la primavera y el verano, y las temperaturas sean cálidas y
mediterráneas. Dicen que es como una pequeña Viena, no puedo corroborarlo
porque aún no conozco Viena . Merano esta rodeada de altas montañas que conforman el
parque natural de Texel Group y es lo que hace que tenga un clima especial.
Gracias a ese clima fue un médico, Dr. Huber, que era el médico personal de la
princesa Mathilde von Schwarzenberg y de la aristocracia austríaca, quien promovió el turismo alabando
las cualidades saludables de estos parajes. Catapultó esta ciudad al punto mas alto y termino siendo el punto de
reunión de la nobleza y aristocracia europea.
Se puso de moda pasar las
vacaciones en Merano y así fue como creció con elegantes hoteles y residencias.
La emperatriz Sissi se instaló en esta pequeña ciudad precisamente por mejorar
la salud de su hija María Valeria y eso catapultó esta ciudad al punto mas alto y termino siendo el centro de reunión de la nobleza y aristocracia europea.
Yo
no quería perder el pasear por sus calles, lo primero aparcar la camping car,
que no fue nada difícil. Incluso diría que nos resulto fácil dejarla a la
sombra de unos arboles en una de las calles. Mas tarde, cuando recorríamos a pie
la distancia hasta los puntos de interés, vimos como los precios del parking
eran mucho mas baratos, de ahí que pensara que nos había resultado fácil aparcar porque el destino nos había llevado a las calles mas caras de estacionamiento. De todos modos, merecía
la pena pagar la hora a un euro veinte centavos, al disponer de
pocas horas para la visita. Para los que estén interesados en saber el precio
de las otras calles, era de noventa centavos la hora.
Las
casas de Merano son verdaderas residencias rodeadas de arboles y flores; la
gente se la ve pasear tranquila, sin estrés. El río refresca el ambiente en
sus orillas. Hay dos calles principales que se deben de patear y que en
realidad son el núcleo de la ciudad. La Vía dei Portichi, con numerosas
tiendas, boutiques, restaurantes y cafeterías.
En la parte inferior de esta
calle está il Duomo de San Nicolás cuya torre del campanario mide 80
metros. Nos la paseamos varias veces en ambas direcciones, miré los escaparates
de las tiendas y finalmente tome un café sentada a la sombra, donde una chica
ataviada con el traje tirolés nos atendió. No puede evitar el fijarme en una
pareja, que bien pudiera tratarse de madre e hijo, sentados en la mesa justo en
frente mío. Estaban tomando su café con un gran trozo de tarta strudel; hacían que me
transportara a el siglo pasado, mi mente imaginaba, al verles, como debía de
haber sido cuando la aristocracia europea se sentaba a
merendar en aquellas mismas cafeterías. Pero a pesar de que invitaban a
seguirles, me mantuve firme; tenia la intención de visitar en la calle paralela
la panadería
König, en el Corso de la Libertad. Es una
pastelería donde se sirve la mejor tarta de Merano e incluso puedo decir de
muchos otros lugares. El fundador de esta pastelería vino trasladado desde
Viena y aportó los dulces de esa ciudad y termino por institucionalizar una
tarta cuya receta es secreta. Aunque la tarta es la especialidad, también tienen otra
serie de pasteles y dulces de crema, incluso el famoso strudel.
La
comida estaba decidido que seria en la pastelería Köning, aunque al inicio no
la veíamos, finalmente logramos encontrarla. Como ya estaba siendo una
tradición en este viaje, el “momento concepto de la vida” se correspondía con
tomar un “aperol” y hoy, en Merano, lo acompañaríamos con la especialidad de la
pastelería König.
Pedimos nos sirvieran un strudel y la famosa tarta merano, yo no la
comí, mas bien diríamos que hice una disección, con mi paladar, de cada bocado,
para intentar sacar la fórmula. No se si lo conseguiré o no, pero estoy segura
que la idea me gustó y lograré hacer al menos, aunque no sea una autentica tarta
merano, si una tarta pseudomerano que estoy segura será la delicia de muchos
paladares. Os prometo subirla al blog pero no se en que época, pues lo colocare
a la cola de los proyectos futuros. Por si aquel trozo de tarta no fuera
suficiente llevamos una enterita para los desayunos de los
siguientes días.:)
Las
temperaturas eran bastante altas, por eso decidimos pasear por la orilla del
rio que nos refrescaría mejor.
Continuamos hasta el paseo de verano de Sissi,
es muy agradable sentir el murmullo del agua junto a la vegetación y la calma, que se
respira en Merano. Hicimos alguna compra, sobretodo productos típicos: unas
bolas de pasta y pan que debíamos cocer en agua salada y acompañar de queso
rallado, y por supuesto yo me aprovisione de ellas para la comida del día siguiente.
Pasamos el día relajado en esta ciudad llena de spas, paseos a la sombra de
arboles, flores y con un casco histórico medieval que permite que la calle no
este soleada y puedas disfrutar de las terrazas sin que el sol te achicharre.
Merano me encanto, si he de decir alguna cosa en contra de su visita, sencillamente que no es una ciudad barata,
pero hoy en día prácticamente todo es caro. Creo que fue aquí donde reforcé mi
idea de visitar Austria que tenía tan cerca, pero que en este viaje no estaba
planificado, para organizar su visita en alguno de los sucesivos.
Me
compre un foulard de seda que me pareció ajustado de precio ya que me hacía
ilusión llevarme algún recuerdo material de éste viaje. A media tarde, decidimos
partir a Glorenza, siguiente punto
de destino, donde pensábamos pernoctar. Glorenza es una pequeña ciudad medieval
en la que sus murallas se encuentran en perfecto estado de conservación, tiene
siete torres y tres puertas. Es la ciudad mas pequeña en el Tirol del Sur.
Lo
primero que hicimos fue llegar a nuestro camping, para ello tuvimos que pasar
por un camino superestrecho, que afortunadamente solo era en una dirección,
aunque dudo que pudiera utilizarse en ambas. El camping queda en las afueras
del pueblo, esta en plena construcción y no dudo que en un futuro será un sitio
muy agradable para quedarse a dormir. Nos instalamos cómodamente y como sólo
habíamos comido la tarta y el strudel hicimos una merienda-cena antes de pasear
por Glorenza. Al fin dimos cuenta del melón con jamón y lo complementamos con
una ensalada de tomate espárragos y bonito .
Queríamos ver el pueblo así que
dimos un paseo muy agradable por la orilla del rio hasta la plaza central,
donde disponíamos de wifi libre. Me llamo la atención la cantidad de surtidores
de riego que utilizan en esta zona de Italia, donde a pesar del agua que existe
en la zona los surtidores se pasan toda la noche regando cada palmo de tierra.
La
última luz del día se apagaba cuando llegamos de retorno a nuestra auto
caravana, justo el tiempo de ver nuestras fotografías, leer alguna cosa de los
Dolomitas y dejarnos caer en los brazos de Morfeo para un sueño reparador.
Información para autocaravanistas
Area de servicios en Glorenza
.
39020 Glorenza- Glurns
Latitud: (Norte) 46.670277º
Longitud: (Este) 10.545º
Zona de baños en construcción y posibilidad de wiffi, en
avería justo el día que pernoctamos. A 600 metros del pueblo con un agradable
paseo a la orilla del rio.
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