Esta bebida la he descubierto durante mi estancia en París. Fue en pleno invierno, con los tejados de las buhardillas cubiertos de un manto blanco. Mi pequeña terraza del miniestudio, en el que vivía, acumulaba los copos de nieve sobre la pequeña mesa y era como tener dentro de casa el encanto de la nieve.. A la salida de mi trabajo corría hacía mi casa donde comenzaba a entrar en calor. Un día, un amigo me preparo esta bebida para que me reconfortara, incluso me explico que, en Holanda, era habitual tomarla en invierno para evitar catarros, o bien cuando estos ya se habían iniciado, para calmar la tos y sentir energía. Ciertamente, ocurría que nada mas de beberla, entraba en calor. Confieso que al principio me resulto extraño su sabor, con un cierto toque picante que se ocultaba tras el sabor ácido del limón. Aunque se puede añadir miel, yo no siempre lo hago. La cuestión es que, después de aquel frío invierno, el jengibre y el limón pasaron a formar parte de mi vida.
Curiosa en el tema, investigue un poco por Internet al respecto y podéis comprobar que esta por todas partes esta asociación de jengibre y limón.
Resumiendo un poco, el jengibre es una raíz con propiedades anti-inflamatorias, siendo bueno para los problemas respiratorios, digestivos y de artrosis, además de tener propiedades anti-oxidantes que actúan como protector contra el cáncer de colon y de ovario. Si leéis en la red, os convenceréis que es algo así como la planta mágica, cosa que los chinos ya utilizaban desde hace siglos. Las propiedades del limón son mas conocidas en nuestra cultura, pero también se le relaciona con propiedades anti-inflamatorias y protectoras. Ambos, el jengibre y el limón, tienen capacidad de aumentar el metabolismo, que no es otra cosa que gastar mas energía para mantener nuestras funciones básicas, por lo que si aumentamos nuestro metabolismo, o sea consumimos mas energía para realizar nuestro soporte vital, esto colaborara en las dietas de adelgazamiento, de ahí que se haya escrito tanto sobre esta asociación para la pérdida de peso. Yo, sinceramente solamente veo ventajas. Así es que desde mi estancia en París, es habitual encontrarme con una taza de jengibre y limón, sea la hora que sea. Incluso últimamente lo sustituyo por el café de la mañana y tengo que añadir que me resulta igual de estimulante pero muchísimo mas digestivo.
¿Como preparo esta infusión? pues muy fácil.
1º Utilizo siempre limones ecológicos, ya que parto una o dos rodajas para introducirlas en la taza y no me gusta que en su piel exista ningún pesticida o sustancia que no sea ecológica.
2º Utilizo como unos dos centímetros de raíz de jengibre, la pelo y luego la lamino finamente y la añado junto a las rajas de limón, en la taza.
3º Mientras hago lo anterior, pongo a hervir agua y cuando ésta esta hirviendo, la vierto sobre el limón y el jengibre y ya tengo lista al infusión después de dejarla en reposo al menos cinco minutos.
4º En ocasiones, antes de beberla, la endulzo con una cucharilla de miel, pero esto último no suelo hacerlo siempre, aunque reconozco que mejora muchísimo mas la infusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario