Las alcachofas son un buen alimento que no debemos de olvidar en nuestra alimentación, ricas en fibra pero ademas contienen gran cantidad de minerales: hierro, magnesio, fósforo y potasio; poseen una sustancia amarga denominada cinarina con propiedades beneficiosas para el hígado y las grasas, de ahí que sean consideradas en la dieta como protectoras hepáticas, también contienen un hidrato de carbono, la inulina, altamente beneficioso en pacientes diabéticos. Tienen alto contenido en fibra lo que las hace adecuadas en dietas para combatir el estreñimiento, son diuréticas por tener alto contenido en potasio. En resumen, estarían indicadas en enfermedades hepáticas, estreñimiento diabetes, obesidad y otra serie de enfermedades. Pero podemos plantearnos si hay alguna persona que no debiera comer alcachofas, pues como todo en esta vida sí que existe una contraindicación y se debe a que son estimulantes de la secreción de bilis, lo que ayuda a mejorar las digestiones pero en aquellas personas que tengan cálculos biliares, su consumo ha de estar restringido, ya que podría llegar a desencadenar un cuadro de cólicos biliares. El resto de las personas obtendrían beneficios con su consumo.
COMO LIMPIAR LAS ALCACHOFAS
Un problema en la preparación de las alcachofas es que se ponen negras por la oxidación una vez que se parten, por eso para su preparación se necesita tomar ciertas precauciones. Lo mas divulgado es que antes de su consumo, para limpiarlas y prepararlas se les unte de limón que impida que se ennegrezcan, para ello según se cortan se rocían con jugo de limón y se van añadiendo a una olla con agua y jugo de limón que impedirá esa oxidación.
1º Eliminar las hojas externas de la alcachofa, pues estas estarán demasiado duras. La parte comestible es el corazón de la alcachofa.
2º El tallo de la alcachofa es la continuacion del corazon, por eso es comestible pero se ha de pelar porque su parte externa es dura y fibrosa
3º Con un cuchillo cortar el extremos de la alcachofa que son las puntas de las hojas, estas son espinosas y duras, no comestibles.
4º Cortar la alcachofa a la mitad y veremos como en el centro tiene una especie de pelos duros que tampoco son comestibles y se retiran fácilmente con la ayuda de una cuchara.
5º Ahora ya tenemos la alcachofa lista, la untaremos de limón y la introduciremos en agua con un buen chorro de jugo de limón mientras limpiamos todas las alcachofas para evitar su oxidación.
He investigado como pueden prepararse rápidamente sin necesidad de todo el proceso de cortarlas, untarlas con el limón y darles un hervor con lo que se llama un caldo blanco, que no es otra cosa que agua con el zumo de un limón y una cucharada de harina. Lo que evitaríamos ese sabor un tanto acido que le proporciona el cítrico, finalmente he encontrado un corto video en internet que me ha parecido muy práctico y que paso a resumiros. esta hecho por Tomas Rudilla y aquí os dejo el enlace como cocer alcachofas.
En este video se aconseja poner abundante agua a hervir y echar las alcachofas directamente en el agua en ebullición, durante dos minutos.
Apartar del fuego y dejarlas reposar durante 30 minutos y proceder pasado ese tiempo a limpiarlas, retirando las hojas y cortando la parte delantera.
De esta forma no se ennegrecerán y no será necesario untarlas ni añadirles limón, lo que evitara ese gusto ácido. Esta forma de prepararlas es aconsejada para todos aquellos que quieran un sabor natural de la alcachofa.
Escojáis el metodo que escojas lo mas importante es que consumas alcachofas, vuestro cuerpo os lo agradecería! :)
1 comentario:
Muy completo e interesante el artículo de las alcachofas, yo las hacía así enteras en la olla, pero me faltaban datos, ahora lo controlaré todo y probar´e las dos formas, Gracias!
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